Este año está tan nuevito que no quiero andar ensuciándolo por eso voy a reflejar solamente mis cosas lindas, esas que te marcan de lleno, que se rescatan de entre tantos abismos, esos que la vida me enseñó a que los cargue conmigo, si antes fueron penas hoy son apenas recuerdos de lo que me hubíese gustado ser, de lo que hubíese preferido que sea, y no reniego porque sin penas uno se convertiría en un húerfano de aprendizajes, en un soldado que nunca formó parte de una batalla, porque gracias a ellas nos hacemos fuertes o débiles, y no es lo mismo ser débil debido a los golpes que te van quitando el aliento , que ser débil por elección sin siquiera haber intentado levantarse.
Hoy tomo todo lo que fue como un camino ya recorrido al cual puedo mirar desde lejos, o desde cerca, seleccionando mis aciertos e incluso los desaciertos que en mi presente pueden convertirse en mi mejor jugada, qué sería de mi hoy día si no hubiese dicho lo que por dentro pensaba, si no hubíese llorado con tantas ganas, si no hubíese regalado al viento tantos silencios, sin ese odio repentino expulsado al vacio, si no hubíese maldecido cuando las cosas no se daban como mi alma lo necesitaba, qué sería de mi sin estás cicatrices, sin aquellas soledades que me hicíeron entenderme, escucharme y quererme... Qué si no hubíese abrazado fuerte?...
La vida sigue dándome lugar a equivocarme, a pegar cuando no debo, a estar atenta a cualquier suicidio de verdades, y yo sigo dándole batalla, no me gusta guardarme en silencios, no me gusta dejar que pase sin ofrecerle siquiera un guiño, o una puteada, porque sea como fuera y traiga lo que traiga no deja de ser mia...
Me sigo armando.
Feliz año!
