Hace un tiempo un amigo, el mismo amigo que me llevó a que hoy este escribiendo acá, un día de la primavera me dijo:- Erika, tirame una frase, la primera que se te venga a la mente con un día como este (vale decir, que un día como ese, era el día de la primavera). Le dije: -“Mochilas llenas de vida”. Y eso resume para mí un día como hoy, un día que aunque llueva, aunque las nubes se pinten una sonrisa con saña no logran arrancar del alma el festejo mismo de un día como el de hoy. Lo que me lleva a preguntar: ¿Realmente falta que llegue un 21 para cargarnos con ganas de vivir, de festejar el sol, o las nubes? Los grises, aunque a veces nos complican la existencia, también merecen un aplauso, porque gracias a ellos en más de una oportunidad no nos hundimos en el blanco, o el negro y cada uno sabe que hubiese sido realmente jodido.
Hoy me sumo al festejo, me sumo a las ganas locas de reír y de pararme a mirar el entorno para nunca más borrarlo, porque ya está establecido, el día de la primavera es hoy sin importar mañana 22 ni el resto de los días primaverales que vendrán. No? ¬¬. O sea… Si el domingo me pinta un pic-nic? Qué onda eh?!
Feliz día a los tortolos, a los solitarios, a los feos y los lindos, los intermedios que se jodan por indecisos! Chin Chin!
